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Irresistible seducción	By : Lily-de-Wakabayashi Category: Spanish > Anime Views: 171 -:- Recommendations : 0 -:- Currently Reading : 0
Disclaimer: I do not own Captain Tsubasa, nor the characters from it. I do not make any money from the writing of this story.

Chapter List
- 1-Capítulo único
- 1
Irresistible seducción.
            Múnich.
            Ella estaba sentada a su lado, en el mismo sillón en el que estaba él, mirando su celular sin prestar atención a lo que sucedía a su alrededor. En la televisión, el West Ham y el Newcastle estaban por terminar su encuentro en la Premier League, pero si bien el juego estuvo relativamente interesante y a la joven le gustaba mucho el fútbol, Genzo Wakabayashi sabía que los equipos que acababan de competir eran tan poco importantes que no le sorprendió que Lily no estuviese interesada en el partido.

–        Ya terminó el juego –anunció Wakabayashi, llanamente–. Puedes cambiar el canal, si lo deseas.
–        Sí me di cuenta, gracias –respondió ella, sin despegar la vista del teléfono–, pero no quiero ver la televisión.

            Genzo no contestó y dudó acerca de lo que debía hacer. No entendía ni siquiera el por qué Lily Del Valle estaba en su departamento, ella simplemente había llegado sin avisar un par de horas antes y, si bien no parecía entusiasmarle mucho la idea, había aceptado ver el partido con él. Al portero del Bayern Múnich no le molestaba la presencia de la doctora, todo lo contrario (básicamente porque Lily lo traía loco desde hacía mucho tiempo), pero no sabía cómo actuar dado que ella no había expresado cuáles eran sus verdaderas intenciones.

–        ¿Quieres entonces que encarguemos algo de comer? –aventuró Wakabayashi–. ¿O prefieres que vayamos a algún restaurante?
–        Ya tengo planes con Elieth para más tarde, lo siento –aclaró Lily, quien dejó de mirar la pantalla de su smartphone para dedicarle una sonrisa–. De lo contrario, aceptaría con todo gusto.
–        No pasa nada –aseguró Genzo, aunque sintió una punzada de decepción–. Será en otra ocasión.

            Esto hizo que incrementara su desconcierto. Si Lily no estaba ahí para comer con él ni para ver el partido entre el West Ham y el Newcastle, ¿a qué había ido a su apartamento? Más aún, ¿debía preguntárselo directamente? Pero Genzo no tuvo necesidad de hacer esto, pues Lily de repente dejó su teléfono a un lado y se giró para verlo.

–        Bueno, creo que por fin tendré toda tu atención –comentó Lily, con una mirada de seducción sutil en sus ojos color chocolate–. Ya puedo hacer lo que vine a hacer.
–        Me preguntaba por qué estás aquí –respondió Genzo, aliviado–. No sabía si debía esperar malas noticias.
–        Nada de eso, a menos que lo que viene sea malo para ti –negó Lily y se acercó a él–. Yo, por mi parte, me estuve preguntando durante todo el bendito partido cuál sería la mejor manera de abordarte.
–        ¿La mejor manera para qué…? –comenzó a cuestionar él, pero entonces ella lo besó.

Sin darle oportunidad a reaccionar, Lily se sentó a horcajadas sobre Genzo y lo besó como si la vida se le fuera en ello; era tan apasionado el beso que la cabeza comenzó a darle vueltas al portero. Sin embargo, como tenía fuertes sentimientos por Lily, la tomó por la cintura y se acomodó mejor en el sillón para recibirla, devolviéndole los besos con el mismo ardor con el que ella se los daba. Después de unos minutos, Genzo se cuestionó si debía llevársela a la cama o esperar a que Lily dijera abiertamente que lo deseaba, pero antes de que pudiera decidirse, ella se separó de él, sin bajarse de sus piernas, y se quitó la blusa y el sujetador. Wakabayashi vio cómo sus pechos redondos y firmes cayeron frente a sus ojos, quedando a escasos centímetros de su rostro.

–        Muérdelos –sugirió Lily, con voz sensual–. Sé que te gusta hacerlo, tanto como a mí me gusta que lo hagas.

Quizás otro hombre más considerado le habría preguntado si estaba segura de que eso era lo que quería, pero Genzo no se hizo repetir la orden y recorrió con la lengua el pecho derecho, mientras que su mano jugueteaba con el izquierdo. Lily soltó un gemido de placer, cerró los ojos y acarició el cabello de Wakabayashi con sus manos. Él alternativamente probaba ambos senos, los mordisqueaba, los acariciaba, los chupaba y los pellizcaba, disfrutando de su firmeza. A los pocos minutos de estar lamiéndole los pezones, Genzo sintió que la joven frotaba su pelvis contra su propio cuerpo, rozando su sexualidad contra su miembro endurecido. Ya no había duda de qué era lo que ella deseaba, así que él hizo una pausa de lo que estaba haciendo (lo que le valió quejas por parte de Lily), para quitarse la ropa. Al entender lo que él intentaba hacer, Lily lo ayudó entonces a liberar su órgano sexual y lo estimuló con sus manos, como si quisiera asegurarse de que ya estaba listo.

–        Vamos a la cama –propuso Genzo, con voz ronca.
–        Aquí estamos bien –replicó Lily–. ¿No te parece?

Él aceptó que ése era un buen lugar y la volvió a besar con pasión, después de lo cual sus labios pasaron a recorrer su cuello, con lo que consiguió que Lily jadeara otra vez. Cuando ella sintió que estaba más que ansiosa por recibirlo, se desnudó por completo, estimuló un poco más el miembro endurecido de Genzo y se lo insertó lentamente, soltando otro gemido en el proceso. Después, sin esperar a que el hombre respondiera, comenzó a cabalgarlo y apoyó sus manos en ese pecho desnudo y musculoso; a su vez, Wakabayashi la agarró de los glúteos y se los apretó con fuerza, tras lo cual le dio un par de palmadas fuertes. Sumamente excitada, Lily ofreció sus pechos a la boca del portero y éste los lamió con muchas ganas, succionando como si de esos pezones fluyera la más deliciosa de las bebidas.

–        ¡Ah, me encanta cuando haces eso! –jadeó Lily, mientras cabalgaba con energía y rapidez–. Son tuyos, lámelos cuanto quieras.
–        Y a mí me vuelve loco que me hables así –exclamó Genzo y siguió saboreando el manjar que tenía en frente.

            Lily saltaba alegremente sobre él, jadeaba, gemía y soltaba frases de gozo en español que Genzo no alcanza a comprender pero que colaboraban a incrementar su excitación. Él continuaba acariciando su trasero firme, sus caderas contorneadas, sus muslos tersos, jugando con su esfínter para después arrancarle pequeños gritos de asombrado gusto cuando introdujo sus dedos en él. Después de varios minutos de intenso placer, él sintió que ella movía más rápidamente las caderas, indicándole que el punto máximo de su excitación estaba cerca, hasta que por fin Lily gritó con fuerza y su cuerpo se estremeció de pies a cabeza. Casi al mismo tiempo, Genzo sintió que un sabor salado fluía desde los senos de la joven y lo paladeó con mucho gusto.

–        Qué rico –suspiró Lily, satisfecha–. Sólo tú me haces vibrar así.
–        Estoy a punto –gimió Genzo, quien no sabía si ella quería recibirlo de lleno o no–. No eres la única que lo está pasando muy bien.
–        Deja que te ayude –respondió Lily, después de lo cual dejó de montarlo para hincarse frente a él, tomar con ambas manos la herramienta que acababa de darle placer y frotarla vigorosamente de arriba abajo, hasta que Genzo alcanzó el éxtasis y salpicó los senos de Lily.

            Wakabayashi recargó su cabeza contra el sillón y jadeó con los ojos cerrados, mientras Lily se ponía en pie para dirigirse al baño. Él entonces abrió los ojos y la vio caminar desnuda, preguntándose si querría repetir la experiencia. Sin embargo, ella se encerró en el baño y al poco rato Genzo escuchó el ruido del agua al caer de la regadera.

–        Tengo que irme, se me está haciendo tarde –anunció Lily cuando regresó, cubierta por una toalla, para tomar su ropa y comenzar a vestirse.
–        ¿No quieres quedarte otro rato? –preguntó Genzo, con malicia–. Mira que pude haberte acompañado en la regadera.
–        De verdad que me gustaría, pero no esperaba tardar dos horas aquí –repuso ella y soltó después una risa avergonzada–. Acordé reunirme con Elieth para ir a cenar y me queda apenas el tiempo justo para no llegar con retraso.
–        ¿A eso viniste entonces, a tener sexo conmigo? –inquirió el portero, sin rodeos.
–        Pues sí, a eso vine, pero sabía que si intentaba seducirte mientras veías el partido, corría el riesgo de que no me hicieras caso –aceptó Lily, quien tuvo la decencia de ruborizarse–. Lo siento, sé que esto se escucha muy mal.
–        ¡Bah! Siempre obtienes de mí lo que quieres, bien sabes que no soy capaz de resistirme a tus seducciones. –Wakabayashi se encogió de hombros–. Me resignaré por el momento, pero si deseas venir después de tu cena con Elieth, te dejaré la puerta abierta. Hoy, estoy libre, así que tendríamos toda la noche para nosotros solos.
–        Tú siempre dejas la puerta abierta, ni sabes para qué sirven las cerraduras, como buen niño rico que nunca se ha preocupado por su seguridad –se burló la doctora, aunque después sonrió con picardía–. Pero lo voy a pensar, la oferta es tentadora.

Lily tomó su bolso y se acercó a un desnudo Genzo para besarlo en los labios, antes de salir apresuradamente del departamento y cerrar la puerta tras de sí. Wakabayashi se dijo que no acababa de entender a esa mujer, pero de que lo volvía loco, lo hacía.

Fin.
Notas:
–        Genzo Wakabayashi es un personaje creado por Yoichi Takahashi ©.
–        Lily Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.
–        Mi cerebro es muy trol y le gusta llevarme la contraria: justo cuando decidí que iba a tomarme una pausa con los fics de Captain Tsubasa porque necesitaba urgentemente un descanso, me llegaron las ganas de escribir esto. No lo hice con una intención específica, simplemente tuve la inspiración para escribirlo y siempre he dicho que a la inspiración hay que dejarla ser, por muy trol que sea. Ya qué.
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