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Shinobi
By : LunaSolNocturno
Category: Spanish > Anime
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Disclaimer: I don't own Rurouni Kenshin. I make no money from this story.
Chapter List
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Capítulo tres:

Decisiones

-¡Bienvenida!

Misao sonrió sorprendida cuando al bajar las escaleras se encontró con que los refuerzos eran sus viejos amigos, estaban todos los que faltaban cuando llego allí, Osamu, Okon, Kuro y Shiro.

Había carteles de bienvenida colgados en la pared del fondo y un banquete repartido por todas las superficies disponibles, olía a miso con verduras(1), kushiyaki(2) y teriyaki de atún(3), también alcanzo a ver una bandeja completa de yakitori(4) antes de que alguien la abrazara.

-¡No has cambiado nada estas igual que hace años!-la mujer de pelo largo y vestida de forma totalmente informal con unos vaqueros y cazadora se aparto del abrazo y dejo sitio para que la otra lo hiciera.

-Tenemos mucho de qué hablar-las manos femeninas se quedaron sobre su rostro, los ojos marrones mirandola antes de que el cuerpo femenino se apretara en un abrazo-, conseguí mejorar la receta de las galletas.

Las galletas que siempre salían recubiertas de chocolate en vez de con pepitas, ni Osamu ni Okon habían cambiado nada.

-Te dije que algún día te haría esto.

-¡Shiro!-de golpe se vio levantada en un fuerte abrazo.

-Yo también quiero mi parte.

Kuro la abrazo mientras Shiro hacia lo propio por lo que el abrazo paso a ser grupal, cuando Shikijo amenazo con unirse se separaron cada uno por su lado, no había muchas ganas de terminar aplastados.

--

-¿Y que tal te ha ido todo este tiempo?-Okon la dio un vaso con zumo, nadie debería ser obligado a beber alcohol recién levantado.

-Soy fisioterapeuta, de hecho soy autónoma.

-Vaya, todos esperábamos que terminaras trabajando en algún restaurante, como conoces el funcionamiento del Aoiya.

-Eso habría sido lógico y no me convenía ¿A cuantas camareras habéis investigado?

-¿El primer mes o los cinco años completos?-Kuro puso lo que quedaba de la bandeja de yakitori delante- Daros prisa o se la terminan ellos.

Las dos mujeres miraron a la zona del sofá, Shikijo relataba lo que había pasado en el despacho del señor Gara haciendo aspavientos, Shiro y Osamu reían a carcajadas mientras Beshimi daba sus propios detalles, Aoshi observaba con una leve sonrisa antes de relatar el encontronazo en las escaleras. Después el pequeño onni de pelo puntiagudo hizo lo mismo con el que había mantenido con Hannya.

-Tendríamos que subirle algo a Hannya.

-Ya lo hago yo, así de paso veo como son esos puntos -la guiño un ojo.

-Una pregunta -susurro cuando el joven se fue con un plato y algo de bebida- ¿Vais a intentarlo de nuevo?

-Ya he tenido esta conversación -cogió aire ¿Por que todos estaban tan empeñados en saberlo?-, hace menos de veinticuatro horas que me enterado que ya no estoy obligada a casarme con él...

-Por eso mismo, vamos, no para de mirarte en todo momento, vigila cada reacción tuya y si ahora mismo haces un movimiento violento vendrá para saber que ha pasado. Ademas dormiste en su cama -hizo un gesto obsceno con la lengua dando a entender por donde iban sus suposiciones.

-Eso es mentira -estaba mortificada, si se enteraba de que al otro lado de la pared se habían acostado seguro que buscaba una habitación para encerrarlos.

Okon se limito a golpearla en la mano donde tenia el vaso, pillada por sorpresa se le escapo y se estrello contra el suelo antes de que pudiera reaccionar, en la caída el zumo le salpico en el pantalón manchandola toda la pernera en el proceso.

Misao se agacho con una exclamación mientras recuperaba los trozos grandes del destrozado vaso, al levantarse Aoshi estaba a su lado, fulminando con la mirada a Okon que no dejaba de sonreír.

-¿Todo bien?

-Sí, solo estoy un poco dormida aún.

La mirada de Aoshi la demostró que no creía ni de lejos nada de eso.

-Deberías cambiarte -dijo la onni pasando entre ellos y dejándolos solos.

-Estaba confirmando una de sus estúpidas teorías -reconoció-, una en la que tu y yo habíamos vuelto.

-¿Acaso no es así?

La joven se sonrojo, por supuesto que habían vuelto, pero era tan raro darte cuenta que habías tenido un parón en tu relación de cinco años que volver a retomarla cuando ambos habían cambiado tanto era raro, por no decir difícil. Ademas que Aoshi se lo tomara con tanta naturalidad la recordaba a los terroríficos meses entre el anuncio del omiai y su huida, cosa que no ayudaba precisamente.

-Me esta resultando... complicado el tener claro todo.

-Estoy dispuesto a esperar -tarde o temprano tendrían que hablar sobre lo que había pasado la pasada noche, pero desde luego prefería un lugar menos publico.

-No es eso.

-¿Prefieres algún sitio mas discreto?

-Sí.

La indico el despacho, justo cuando iban a entrar escucho el inicio de un silbido que corto con una acertada mirada.

-Eso es lo que me pone nerviosa -reconoció cuando él cerro la puerta-, todos parecen querer saber que estamos juntos que... volvemos a lo que teníamos antes ¡Ni siquiera deberían saberlo!

-Yo se lo conté, cuando escapaste -se aproximo quedándose cerca pero sin tocarla-. Ellos se dieron cuenta de como me afectaba tu cercanía y como tu ausencia empezó a destruirme.

-¿Intentaste...?

-No -puso una mano en su mejilla para tranquilizarla-, pero ya no tenia nada que me hiciera volver sano y salvo a la sede. Por eso empece a hacerme cargo de las misiones mas complicadas.

-Hasta ahora.

El onni la sonrió mientras ella se colgaba de sus hombros dispuesta a lanzarse sobre sus labios, un ruido en el cristal de la ventana que daba al patio hizo que Misao se separara de él al momento.

-Te toca decirlo a ti, yo me tengo que cambiar.

Observo perfectamente como al salir ella por la puerta todos estaban convenientemente en la zona de la cocina, no dio ni dos pasos hacia la escalera cuando sonó el timbre.

-Otra vez la vecina quejándose -dijo Shikijo-, no hay forma de tener un poco de diversión sin que te fastidien.

-Eso se lo dices a tu manía de poner el béisbol a todo trapo -devolvió Beshimi.

-Ya voy yo, se calmara cuando vea que hay una mujer aquí.

Justo cuando Okon abrió la puerta todos escucharon un disparo.

Aoshi la empujo tras él al momento, alcanzo a ver como Shikijo se ponía de barrera ante todos ellos y entonces Beshimi la tiro del brazo en dirección a la parte trasera de la casa. Si que se movían rápido.

-¡El testamento! Lo tengo arriba, en la mochila.

-Salta la tapia y escondete en el aparcamiento -la empujo en dirección a la puerta trasera y se escurrió hacia las escaleras.

Abrió la puerta corredera encontrándose con un atacante de frente, varios shurikens pasaron por encima de ella clavándose en el cuello del hombre y vio el camino despejado de nuevo; eso sirvió para recordarla que estaba desarmada y que la gente que les atacaba disponía de algo mas que armas arrojadizas o cuerpo a cuerpo. Ahora mismo, y hasta que Beshimi la trajera la mochila, pasar desapercibida era su mejor arma. Brinco por encima del cuerpo corriendo hasta alcanzar la tapia que separaba un jardín de otro, al alzarse por encima de la misma se dio cuenta que al otro lado estaba el aparcamiento vecinal... Y su moto.

Alguien la sujeto desde abajo y la ayudo a terminar de saltar.

Hannya aterrizo a su lado con cierta rigidez.

-Vamonos- la lanzo las llaves de su adorada Kawasaki(5) y se dirigió al asiento trasero.

-¿Y los demás?

-Nos seguirán en breve.

Un poco mas segura ajusto el casco que la tendió el onni y arranco llevándolos fuera del aparcamiento, encontraron un coche que bloqueaba la entrada a la propiedad, al cual Hannya le rajó las ruedas, y siguieron hasta que llegaron a la estación mas cercana, momento en el cual su acompañante la indico que se metiera en el atestado aparcamiento y usara dos coches concretos como barrera para no ser vistos desde la entrada.

-Tienen que estar apunto de venir- se estiro con lentitud. Cuando escucharon el disparo en la planta baja Kuro y el habían tomado posiciones en el hueco de la escalera, Beshimi apareció buscando la mochila de Misao y fue cuando aprovecho para ir tras ella. Aunque saltar desde el segundo piso mientras aún tenia frescas las heridas no fue buena idea.

-¿Quien era esa gente?

-Onnis -respondió con sequedad mientras se quitaba el casco y sacaba un nuevo juego de llaves que uso para abrir el coche mas cercano-. Compañeros con una orden muy concreta: matarnos a todos.

Misao desmonto y se apoyo en uno de los capos. Era imposible que Okina se hubiera enterado tan pronto de que ella había sido encontrada. A menos de que al juntarse todos aquí hubiera decidido que era mejor librarse de ellos al tenerlos en un lugar concreto.

-No es eso -dijo adivinando su tren de pensamiento-, podía haber ocurrido contigo o sin ti. No le des mas vueltas.

La lanzo otro manojo de llaves indicandola el otro coche, antes de que Hannya se acercara para comprobar el maletero una respiración trabajosa les llamo la atención y tal y como Aoshi había hecho antes se interpuso entre lo que venia y ella, Shiro apareció tras el coche que hacia de parapeto entre ellos y la entrada con evidente cansancio. Parecía ileso pero se llevaba la mano al hombro con demasiada frecuencia.

-Tenemos que movernos ya.

-¿Donde esta el resto? -le hizo sentarse en la parte trasera del coche mas cercano antes de meter los dedos bajo las protecciones tanteando la articulación. La piel estaba intacta pero palpitaba en clara señal de que el golpe recibido dejaría la articulación sensible a movimientos bruscos durante unos días.

-De camino aquí.

-Conozco un lugar seguro...

Hannya le tendió la mochila que llevaba a la espalda. La cogió con una sonrisa, mientras revisaba buscando que todo estuviera en orden llegaron Osamu y Beshimi, que a su vez cargaban con Okon. Todos allí ayudaron a tumbar a la joven herida en uno de los asientos traseros; Misao se colo por la otra puerta antes de apartar la cazadora y la camiseta, las protecciones habían parado lo peor del disparo pero necesitaría atención medica urgente por los evidentes daños internos.

-Esperaremos a que lleguen Aoshi y Kuro antes de ir a mi casa.

-Están borrando todo el rastro que pudiéramos haber dejado -informo Beshimi-, pueden tardar un par de horas.

-No nos iremos sin ellos -ordeno, volvió a meter la mano en la mochila y saco el móvil encendiéndolo-, podría haber mas gente de Okina por aquí y ellos estarían solos sin saber donde estamos los demás.

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De: Makimachi Misao (makimachimisao@gmail.jp)

Para: Himura Kenshin (himurakenshin@anticorrupcion.jp)

Las cosas no son lo que parecían en un principio y necesitan tu ayuda.

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De: Himura Kenshin (himurakenshin@anticorrupcion.jp)

Para: Makimachi Misao (makimachimisao@gmail.jp)

¿Y como es que el peligroso Onniwabanshu necesita ayuda de Anticorrupción?

Me debes una cena con Kaoru.

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De: Makimachi Misao (makimachimisao@gmail.jp)

Para: Himura Kenshin (himurakenshin@anticorrupcion.jp)

Por que los han declarado traidores, y no se lo merecen cuando solo querían encontrarme para mostrarme que el omiai no era real.

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De: Himura Kenshin (himurakenshin@anticorrupcion.jp)

Para: Makimachi Misao (makimachimisao@gmail.jp)

También me debes horas de explicaciones.

¿Donde?

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De: Makimachi Misao (makimachimisao@gmail.jp)

Para: Himura Kenshin (himurakenshin@anticorrupcion.jp)

A mi casa.

--

-Vienen ya -Shikijo le paso un billete a Shiro-, están mejorando.

Misao se asomo de la improvisada barrera que eran los dos coches, Aoshi venia justo detrás de Kuro. Lo que tardo en tenerle cerca se apretó contra él para comprobar si estaba bien, le escucho gruñir al apretarle por las costillas antes de que la diera un par de palmaditas para calmarla.

-Estoy bien, Okon es la que me preocupa.

-Subid a los coches, iremos a mi casa.

-¿Es segura?

-Si no lo fuera no iríamos.

Se acomodo en el asiento del copiloto, Okon estaba tumbada con la cabeza sobre las piernas de Shiro mientras en el otro coche iban todos apiñados, Kuro por el contrario se acomodo el casco de la moto y arranco esperándoles en la entrada del aparcamiento. Tanto si lo querían como si no iban a llamar demasiado la atención.

Empezó a sonar su móvil y se apresuro a descolgar.

-Os teníais que haber ido mucho antes- la voz de Okina era calmada.

-¿De que estas hablando?

-De que ya no puedo hacer mas para protegerla, él ya se ha enterado de que la habéis encontrado y por tanto ya es oficial que sois traidores, solo despejare dudas con respecto a Hyottoko. Buena suerte Shinomori.

Cuando el pitido de la linea le golpeo cerró el teléfono retirando la tarjeta SIM antes de partirla, observo por la ventana como iban cambiando el tipo de viviendas hasta que terminaron entrando en una urbanización en la otra punta de la ciudad; la joven hizo una seña a Kuro para que se quedara frente a una de las casas y siguió conduciendo hasta llegar al aparcamiento vecinal(6), allí dejaron uno de los coches bien aparcado y trataron de buscar sitio para el otro. Despues se pusieron en marcha y cuando vio como era la casa de Misao solo una palabra le vino a la mente: suicidio.

La pared que daba a la calle era casi todo cristalera, la tapia común a todas las casas era alta pero tanta ventana... y al entrar las cosas no mejoraron; todo el espacio se había vaciado dejando un voladizo bajo el cual estaba la única habitación y el baño, una escalera de caracol llevaba a una zona habilitada como despacho. Nada de lo que veía allí era como esperaba. Las paredes estaban pintadas en color melocotón y los muebles eran modernos y de maderas claras, había una pared cubierta de fotografías de paisajes y suficientes libros para empezar a confundir el espacio con un proyecto de biblioteca; completaba todo una pantalla plana de considerable tamaño, una Wii y una buena colección de videojuegos.

-Hannya a la cama, Okon al sofá- abrió el frigorífico y saco un paquete de carne congelada antes de lanzarselo a Kuro-, quitala las protecciones y pónselo en el hombro.

-¿Te importa que bajemos los estores?

-Para nada, el de la derecha es el de arriba.

El onni se había levantado la parte superior de la ropa y comprobaba los vendajes, estos estaban sucios pero por suerte no había nuevo sangrado así que hizo que se tumbara y paso a ver a Shiro al baño, este se había quitado hasta las protecciones y examinaba un moratón que se extendía desde la clavícula hasta el hombro.

-ponte esto-le paso el congelado-tendrás la articulación muy tocada durante unos días.

-¿Y Okon?

-Tenemos que llevarla al hospital.

-¿Y por qué estamos aquí?-dijo levantando la voz

En ese momento Aoshi entro por la puerta relajándose al ver la expresión de su compañero, eso hizo que el joven se controlara y Misao aprovecho para darle un abrazo en señal de comprensión.

Todos se quedaron quietos en el momento en que los golpes se produjeron, el silencio que siguió fue tan total que se podían escuchar los distintos ritmos cardíacos.

-¿Misao?

Aoshi la sujeto del antebrazo, listo para sacarla de allí de un empujón.

-Es Kenshin -tranquilizó-, es un amigo.

-¿Puede ayudarnos?-susurró Shiro.

-Conmigo lo hizo, cinco años.

Sintió que los dedos se movían masajeando la zona donde se habían clavado, ella puso la mano libre sobre la masculina tranquilizándole. Después se libero y salio para abrir.

Cuando Kenshin entro en el lugar se dio cuenta de que estaba siendo evaluado como posible aliado, confiarían lo justo en él como para permitirle hablar y exponer su plan, no para que él estuviera presente en la deliberación posterior; deposito el maletín en la mesa y al sentarse fue flanqueado inmediatamente por dos de los hombres.

-¿Cual de todos vosotros es Shinomori Aoshi?

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(1) Sopa tradicional, muy popular en los desayunos.

(2) Brochetas de carne y verduras.

(3) Tipo de asado con salsa teriyaki.

(4) Brochetas de pollo.

(5) Kawasaki Z750.

(6) En cada casa hay aparcamiento para un coche, el resto se aparcan en superficie -solo en zonas de viviendas alejadas del centro- para las cuales hay un espacio reservado por “barrios”.
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