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Quien lo iba a pensar	By : LunaSolNocturno Category: Spanish > Anime Views: 1040 -:- Recommendations : 0 -:- Currently Reading : 0
Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, y no saco ningun tipo de beneficio escribiendo un fanfic de esta serie.

Chapter List
- 1-Primera parte.
- 2-Segunda parte.
- 1
- 2
Quien lo iba a pensar:

Segunda parte.
Por: Luna Sol Nocturno.
Mientras Levy se lanzaba a por su bolso para proteger los libros la tapo con la cazadora antes de recoger toda su ropa, después los dos corrieron hasta entrar en la casa donde se dejaron caer entre risas.
-Este año empezamos pronto.
El Dragon Slayer la miro desde la puerta haciendo que se aferrase a las solapas de la prenda envolviéndose, consciente de forma repentina de que solo tenia encaje y algodón mientras estaba en el salón de Gajeel Redfox; era de mojigatos el que ahora, después de todo lo que habían hecho afuera, se sintiera avergonzada por lo que él podía pensar sobre ella.
Pero allí estaba, tratando de no mirarle a la cara y envolviéndose en la chaqueta.
En el momento que cerro la puerta dejo que lo que tenia en las manos cayera al suelo, Levy con su ropa y en su casa era como una aparición, un sueño que sabias que en algún momento se cumpliría y del que no te cansarías jamas.
No pretendía acecharla pero se encontró haciendo exactamente eso al aproximarse. Sonrió cuando para seguir mirándole a los ojos tuvo que inclinar el rostro hacia atrás, la vio morderse el labio inferior y en ese momento alargo las manos hasta poder cogerla de los glúteos, en cuanto la levanto para hacerla coincidir con su altura la joven soltó la chaqueta y le rodeo el cuello con los brazos mientras entrelazaba los tobillos a su espalda.
El beso fue instantáneo.
Levy gimió al sentir la superficie rugosa de la pared en su espalda, la firme erección se apretó contra su núcleo y no pudo evitar retorcerse para notar su longitud, el mago gruño y apunto estuvo de rasgar su ropa interior. Pero se detuvo casi como si esperase su consentimiento. Bajo las manos por su torso en busca de los apenas abrochados pantalones como única respuesta, entre los dos los soltaron y a base de tirones consiguieron que terminasen alrededor de los tobillos masculinos, el falo termino aprisionado entre ambos y al moverse de nuevo dejo de besarla.
Lo siguiente que supo fue que el cálido rojo de los ojos de Gajeel estaba pasando a ser el frio verde de Kurogane, una mano resbalo hasta su cadera para enganchar el borde de la prenda interior y tirar todo lo que podía dada la postura; si en ese momento se movía como antes él terminaría encajándose y la gravedad haría el resto.
Cosa que Gajeel hizo como si la hubiera leído el pensamiento.
-Espera -empujo contra sus hombros en cuanto le sintió sondear en busca de su vértice-... necesito mi bolso.
-¿De verdad quieres leer ahora? -gruñó dando un empujón con las caderas que la hizo jadear.
-Protección -fue capad de susurrar ante la necesidad que desplegaba.
Se congelo al instante, incluso alejo las caderas del tentador calor femenino avergonzado por su arranque y la falta de previsión, miro alrededor buscando el colorido bolso que estaba a medio camino de la puerta de entrada. Maldita fuera su suerte. De un fluido movimiento casi se la colgó del hombro antes de avanzar a zancadas, cogerlo y dirigirse al dormitorio; la dejo de pie sobre el colchón sujetando la bolsa mientras ella rebuscaba dentro, se quedo completamente embobado viendo como los pequeños senos se sacudían a cada nuevo movimiento, quería alargar la mano para poder acunar uno de ellos con la palma y acariciar el pezón hasta ponerlo completamente rígido de nuevo y solo cuando la joven mago se cubrió levanto una ceja preguntándose que la ocurría se llevo las manos al pecho y vio que sujetaba una de sus plumas mágicas.
-Runas -dijo por toda explicación, el mago sabia lo suficiente sobre ese tipo de magia por lo que se salto la parte mas ardua y compleja-, si escribo “estéril” en uno de nosotros no tendremos que preocuparnos hasta que las quite, pero...
-En mí.
La cogió de la mano y la guio sobre su pecho aunque ella bajo la pluma hasta la piel de su cadera izquierda, antes de que pudiera abrir la boca la punta se deslizo dejando un rastro de iridiscente trazos. Al terminar arrojo la herramienta mágica al bolso para después tapar la zona con la mano y subir acariciando por el costado, poco a poco se fue aproximando dándole la posibilidad de terminar de desnudarla con un simple tirón a la ropa interior que acabo alrededor de los delgados tobillos, se besaron de nuevo las manos masculinas volviendo a apretarla en su contra mientras las femeninas se movían explorandole por primera vez; era extraño sentir como le tocaba de forma apreciativa, admirándole al tiempo que buscaba los puntos sensibles, los pulgares se deslizaron por los huesos de sus caderas hasta que el resto se cerraron contra sus glúteos haciéndole embestir de forma instintiva.
Se arqueo cuando se deslizo entre sus pliegues, el mago gruño metiendo el rostro bajo su mandíbula antes de volver a hacerlo, salvo que esta vez se encajo lo suficiente para dilatarla levemente haciéndola respingar por la sensación; no fue como sus dedos, esto era mas contundente y no se adaptaba a la forma de su cuerpo sino que la obligaba a ella a hacerlo.
-Creo que deberíamos probar algo mas tradicional.
-Por ahora.
El tono de “eso es un hecho” la hizo temblar de anticipación, después grito por que aprovechando que la tenia cogida por las caderas la empujo de forma violenta contra el colchón, reboto antes de encogerse pero en vez de recostarse se encontró de nuevo en el regazo del mago; se sonrojo al darse cuenta de que para poder estar sobre él tenia que abrir las piernas mas de lo que ella consideraba decoroso pero lo que de verdad hizo que metiera el rostro contra la garganta masculina fueron las embestidas en busca del lugar correcto.
-Espera... no es...
Le sujeto de la base arrancándole un siseo, guiándole a su vértice antes de intentar volver a como estaba antes salvo que termino besándola; podía entender la finalidad de esa acción, evadirla y relajarla, pero las cosas cambiaron cuando la boca descendió por su torso hasta acabar entre sus senos con besos amplios y agresivos, mordisqueando sus pezones para hacerla jadear por el ramalazo de placer.
Apenas fue consciente de como las manos tiraban de ella haca abajo, solo como la erección palpitaba en su interior.
El mago dejo escapar un largo siseo inclinando la cabeza hacia atrás, podía sentir la humedad, el calor y lo flexible que era, y también lo nerviosa que estaba, prácticamente no podía tocarla sin hacerla respingar por su contacto cosa que no le ayudaba a mantenerse tranquilo; la usuaria de Guion Solido volvió a removerse obligandole a decidirse de una vez y gruñendo de aprobación cuando le abrazo no solo por los hombros. Ella arqueo las caderas haciéndole resbalar fuera, escapandosela un pequeño grito cuando empujo de vuelta.
Ambos dejaron escapar sendos gemidos, mezcla de placer y sorpresa cuando sus caderas golpearon entre si.
Gajeel se quedo anonadado cuando vio como Levy sonreía comenzando a llorar, podía oler la sangre pero su pareja actuaba como si no la doliera.
-¿Pequeñaja?
-Estoy bien...-respondió para tranquilizarle- es solo que... eres grande...
Había esperado algo traumatico, que doliera e incluso que fuera mucho mas invasivo de lo que sentía; en vez de eso se encontró con que su cuerpo le acogía con una elasticidad que no sabia que tenia, la resistencia había sido mas por el miedo a un dolor atroz que a la sorda molestia que había sido en realidad. Ademas tenia que reconocer que estar así con el mago era muy intimo, le beso de nuevo antes de removerse buscando algún punto de dolor.
El Dragon Slayer gruño mordisqueandola el labio inferior para después hacerla elevarse antes de bajar lamiendo por su garganta hasta que llego a las clavículas lugar donde decidió que estaba demasiado lejos y volvió a por su boca, y a su interior. Gimió estirándose, queriendo prolongar el roce de los tonificados músculos contra su cuerpo todo lo que pudiera, el siguiente empujón la hizo clavar las uñas en busca de apoyo cuando le cabalgo en consecuencia, la sensación haciéndola apretar los músculos del cuerpo mientras echaba la cabeza hacia atrás en busca de aire.
Antes de darse cuenta comenzó a hacer círculos con las caderas como respuesta a cada nueva embestida.
El instinto volvió a golpearle con fuerza, haciendo que enterrase el rostro contra el cuello femenino al tiempo que sus caderas se movían por si solas, podía sentir como las uñas se clavaban en la parte baja de sus hombros expoleandole con mayor efectividad que si se lo pidiera, resbalo por la suave piel notando el calor y como se perlaba de sudor, arqueándose hasta que se encontró un pico rugoso y erecto contra los labios que termino rodeando para después succionar; el cuerpo femenino respondió en consecuencia y no supo muy bien de donde salio el impulso pero engancho las rodillas femeninas con los codos antes de arrodillarse sobre el colchón. La joven mago cayendo contra las sabanas sorprendida. Al reanudar las embestidas la joven mago grito deslizando las uñas por su abdomen en un intento de agarrarse a el, al no conseguirlo termino sujetando las sabanas con tanta fuerza que los delicados nudillos se pusieron blancos; se apoyo contra las manos sin liberar las pálidas piernas, obligandola a encogerse bajo su cuerpo gracias a su peso y a recibir cada nueva estocada sin poder prepararse para ellas.
Con cada nuevo vaivén gruño mostrando que la visión de la delicada usuaria de Guion Solido, sonrojada bajo su cuerpo, con el rostro echado hacia atrás y casi gritando cuando se estrellaba sin piedad en su contra, le gustaba.
Tanto como para no querer que su cuerpo terminara antes de verla reclamar su propio orgasmo.
En el momento que arqueo las caderas en un intento por ofrecer mas roce la joven mago se tenso con un largo gemido que a la siguiente embestida se convirtió en un grito.
También en un arañazo sobre sus bíceps que le impulso como si suplicara por ello.
Levy volvió a gritar cuando el cuerpo masculino se arqueo con un rugido, atrapada entre su torso y el colchón no había podido retorcerse para estimularse en su contra desde que él había cambiado todo, haciéndola por el contrario sentir perfectamente como entraba y salia de su interior mientras golpeaba sitios que antes no alcanzaba; su pareja se siguió moviendo a pesar de que la erección se suavizada, no las embestidas de antes pero si un balanceo que fue mas que suficiente para conseguir que el orgasmo se desatara haciéndola perder todo tipo de inhibición.
No supo si le araño, si grito, si se arqueo o se encogió en su contra, solo fue consciente de que las oleadas de su liberación al fin se batían sobre su cuerpo con violencia.
Cuando volvió a percatarse de lo que la rodeaba se dio cuenta de que el mago había resbalado hasta terminar tumbado a su costado, se acurruco en su contra coreando el suspiro de satisfacción masculina con uno propio.
-¿Gajeel?-pregunto tras varios minutos en los que se limitaron a jadear apretados el uno contra el otro.
Como única respuesta se escucho un sonido de aprobación, un sonido demasiado perezoso como para demostrar que en realidad estaba pendiente de lo que ella decía; el enorme cuerpo se removió lo suficiente para acomodarse antes de comenzar a respirar pesadamente.
Se había dormido.
No pudo evitar reírse, quien iba a pensar que Gajeel Redfox se durmiera al momento de tocar una cama tras tener sexo, con su actitud y vitalidad daba la impresión de ser capaz de tenerte suplicando por un descanso antes de decidir que había tenido bastante. Demasiado inquieta como para simplemente verle dormir resbalo fuera de la cama en busca de su bolso y las distracciones que ofrecía, salvo que antes de conseguir llegar a sus pertenencias lo que el mago había depositado en su interior se deslizo por la parte interior de sus muslos; avergonzada ante ello se apropio de una camisa que sobre salia de un cajón mal cerrado y salio al pasillo en busca del baño, lo encontró al primer intento, tras una limpieza rápida y una evaluación de las evidentes marcas que comenzaban a aparecer de forma aleatoria por su escote, se subió el cuello de la camisa en un intento por taparlas y al volver junto al mago no pudo evitar fijarse en el caos de ropa que había por toda la zona principal.
-¿Te vas?
La joven mago se giro chocando contra el, la ropa pulcramente doblaba que había estado sosteniendo termino desparramada de nuevo en el suelo y ella se llevo las manos a la nariz donde había recibido el golpe; no sabia que se había dormido hasta que el sonido del váter descargándose le despertó, por el rabillo del ojo alcanzo a ver una mancha de pelo azul dirigiéndose a la parte delantera con evidente premura. No hacia falta ser muy listo para darse cuenta de que su pequeña siesta no la había gustado nada.
-Solo estaba recogiendo.
Se froto la nariz para deshacerse de la sensación del golpe y se agacho de nuevo a por la ropa en un intento de no mirar fijamente la total desnudez del mago, ni como de sensual parecía con el pelo cayendo desordenado por la piel color canela o como los músculos ondeaban al ponerse a su altura. Respingo al sentir que una enorme mano se deslizaba por su cintura rodeándola.
-Quiero hacerlo de nuevo -susurro enterrando el rostro en su pelo.
La vio parpadear sonrojándose con una tímida sonrisa, los enrojecidos labios se apretaron contra los suyos y un gemido de placer se le escapo solo de pensar en volver a la cama. Por lo menos hasta que escucho el gruñido de sus respectivos estómagos.
-Primero comemos, luego el ejercicio -la levanto colgandosela del hombro con un chillido de sorpresa moviéndose a la cocina- ¿Prefieres algo elaborado o sencillo?
-¿Sabes cocinar?-intento bajarse de la encimera pero el mago la detuvo empezando a sacar lo necesario para preparar un salteado de carne con verduras acompañado de los restos de una empanada a todas luces casera.
Quien iba a pensar que Gajeel Redfox fuera buen cocinero.
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