Rivales | By : El8Culpable Category: Spanish > Celebrity Views: 156 -:- Recommendations : 0 -:- Currently Reading : 0 |
Disclaimer: Esta es una obra de ficción. NO sucedió fuera de mi imaginación. Sus únicos personajes reales son las famosas que aparecen, a las cuales no conozco personalmente. No he ganado ni un puto centavo con la escritura de esta historia. |
ADVERTENCIA:
Este relato está ambientado en Estados Unidos, un país que nunca he visitado; espero que esto explique todas las imprecisiones acerca de cómo es la vida en esa nación que pueda contener la historia.
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—¡Jajajajajaaa! ¡Sí, nene, ASFIXIA a esa perra! Y tú: demuestra que sabes cómo trabajar un rabo. ¡Sabía que no eras una mierda, Kim! —Nicki Minaj se carcajeó, inclinándose sobre su más grande rival, las manos en las caderas y doblándose por la cintura con las piernas muy rectas, con una enorme sonrisa en sus labios pintados de rosado chicle.
Su cabello había sido alisado profesionalmente y teñido de un verde fluorescente. Unos enormes aretes de aro dorados colgaban de los lóbulos de sus orejas, calzaba unos zapatos de plataformas desproporcionadas de plástico transparente, una gruesa capa de maquillaje cubría su rostro… y no llevaba nada más.
Sus enormes tetas negras, que, como la mayoría de su cuerpo, eran una obra maestra de la cirugía plástica, rebotaban insolentes a la vez que mostraba dos hileras de dientes en una sonrisa maniaca. Sus ojos se abrían muy grandes de satisfacción.
—¡¡HURK GURK… GUCKGUCKGUCKGUCK!!
Kim Kardashian (puesta en cuatro patas en el piso: su espalda arqueada como la de una gata en celo y su cola apuntando al techo) tomaba una gigantesca polla blanca entre sus labios pintados de rojo intenso. Una de sus manos (con larguísimas uñas postizas también pintadas de rojo intenso) envolvía la base del pene y la otra masajeaba los testículos… que da la casualidad que pertenecían a un niño de once años…
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Kim conoció a Aaron dos meses atrás, cuando se mudó a su nueva mansión.
Los dueños de la mansión de al lado decidieron presentarse a su nueva célebre vecina y llevaron a su hijo, Aaron, de once años, con ellos. Él era una criatura deliciosamente andrógina: inmaculada tez de marfil, cuerpo delgado de bailarina de ballet, rasgos faciales de hadita, larga melena sedosa y casi blanca de tan rubia, grandes ojos de color verde oscuro…
Al principio, no pensó mucho en el chico; aunque, como todo el mundo, asumió que, con una apariencia como esa, sólo podía ser homosexual. Ella se dio cuenta que este no era el caso cuando notó la insistencia con la que la desnudaba con los ojos cada vez que se cruzaban por su exclusiva urbanización… no obstante, siguió sin llamarle mucho la atención…
Las cosas sólo se pusieron interesantes unos pocos días atrás, cuando Kim estaba tomando el sol en un balcón de uno de los pisos superiores de su condominio. Al levantarse para ir por un refresco, notó que Aaron rodeaba la piscina de su propia mansión. Sintiendo un poquito de curiosidad, se quedó inmóvil, observándolo.
Kim resopló despectiva y puso los ojos en blanco al ver lo que el jovencito se puso a hacer: Aaron se sentó en una de las sillas al lado de la piscina, se bajó sus shorts y sus bóxeres y se puso a masturbarse, aprovechando que tanto sus padres como el servicio doméstico lo habían dejado solo en casa, en un punto desde donde nadie podría verlo a menos que fuese observado desde arriba. “¿Y qué otra cosa esperaba que hiciera un chico de once años?”, pensó la Kardashian con fastidio. Pero, de repente, Kim quedó boquiabierta y con los ojos grandes como platos; de la incredulidad, se frotó los ojos por si esto era alguna especie de ilusión óptica. Volvió a ver y, no, no se había engañado: Aaron tenía el que debía ser el pene más enorme que había visto en su vida (y eso que era toda una experta en miembros viriles).
Después de un largo rato, la Kardashian finalmente superó la sorpresa y todo su rostro se curvó en una diabólica sonrisa de oreja a oreja. Un falo de ese tamaño podía ser muy útil para algo que llevaba muchos años soñando con hacer…
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La famosa por tener un trasero grande y un video de sexo miró de reojo a Nicki, esforzándose por controlar sus arcadas como aprendió a hacer mucho tiempo atrás, y se metió el rabo hasta el fondo. La alcoba se llenó con los escandalosos y obscenos sonidos de succión producidos por la boca de Kim.
Cuando su nariz quedó aplastada contra el pubis del niño, hasta la Minaj reconoció que estaba impresionada.
—Puta… tú sí que eres una perra hambrienta, ¿no? —y frunció los labios en un mohín burlón muy guarro.
Kim habría sonreído si esa masiva polla no estuviese a punto de desencajarle la mandíbula. Aaron gimió y la Kardashian le dio toda su atención. Ella notó que el chico tenía la cabeza un poquito levantada, su mirada enfocada en su legendario culazo, así que lo hizo rebotar sólo para él.
Los ojos de Nicki se iluminaron antes que le diera una sonora y poderosa nalgada a Kim. La Kardashian intentó chillar con la colosal estaca de carne enterrada en su garganta, pero sólo pudo producir unos pocos sonidos ahogados. El niño abrió los ojos grandes como platos: ver lo que Nicki hizo lo llevó más allá de su límite y con una ruidosa exhalación empezó a correrse duro.
Esta vez el chillido de Kim fue un poquito más obvio porque no había esperado que ese monstruo se pusiera aún más gordo, llenando su garganta de leche. Abrió los ojos grandes como platos y con un fuerte tirón se sacó la polla. Dejó su garganta, pero no antes de bombear al menos tres grandes chorros de blanca, espesa e hirviente paja en su estómago. La siguiente explosión sucedió en un mal punto y, al mismo tiempo que sus ojos se llenaron de lágrimas, el semen empezó a salir goteando por su nariz. El pene finalmente quedó libre y, mientras se ponía de pie, la siguiente explosión le dio en las tetas. La blanca cremita de Aaron produjo un maravilloso contraste sobre las ubres artificialmente bronceadas de Kim.
Por fin, la puta de ascendencia armenia se paró y los últimos pocos chorros se estrellaron en su vientre y sus muslos; ella jadeando ruidosamente. Se puso sus manos bajo las chichas y las empujó hacia arriba a la vez que bajaba la boca para lamer la caliente y espesa leche que las cubría.
Volvió a ver a Nicki, su maquillaje arruinado por las lágrimas, restos de semen alrededor de la boca.
—¡Tú… maldita PUTA! ¿Qué carajos crees que haces poniéndome las manos encima? ¡Mierda, ¿acaso estás celosa porque YO puedo vérmelas con una polla de primera y TÚ no?! —y dio un pisotón en el suelo con sus caricaturescamente altos zapatos de plataforma de plástico transparente (los mismos que usaba la Minaj; la Kardashian no llevaba puesto nada más) como una niñita malcriada haciendo un berrinche.
Nicki, sin dejarse impresionar, no se movió ni un centímetro, la mano izquierda puesta en jarra en su cadera y con la otra agitó un dedo índice con una larga uña postiza multicolor en la cara de su rival.
—Oh, ¿qué? ¿Te dolió mucho, Kim? ¿No puedes aguantar una nalgadita en ese culo tuyo? Por favor: una perra de verdad sabe cómo recibir una buena nalgada y hace rebotar el culo suplicando más…
Las dos se miraron a los ojos intensamente. Aunque, para ser honestos, Nicki estaba celosa por toda la leche que consiguió Kim; había esperado que fuese ella la que hiciese eyacular al niño primero; “¡esto no es justo!”, pensó.
—¡Mi culo… —una pausa, atragantándose, para controlar su furia— …puede soportar TODO lo que le den y más! ¡FURCIA! ¡NO TE METAS CONMIGO!
Y Kim avanzó hasta aplastar su busto contra el de Nicki, confrontándola. La Minaj estaba haciendo un esfuerzo titánico para que no se notara cuanto deseaba que le frotara esas tetas cubiertas de paja por todo su cuerpo, pero, antes que pudiera pensar una respuesta, una voz tímida dijo:
—Um… ¡estoy listo de nuevo!
Kim se giró hacia él, revelando todos los puntos donde su leche se untó en el cuerpo de la rapera.
Una enorme sonrisa boba curvaba los labios del niño, aun acostado en el piso, y su gigantesco miembro estaba cubierto de una gruesa capa de saliva y paja. Varios anillos de lápiz labial de color rojo intenso iban desde la punta hasta la base de su maravillosa polla de caballo (¡y ellas sabían que la tenía como un caballo porque la habían medido antes de entrar en faena!).
La vista del pene del niño les dio a ambas mujeres sentimientos contradictorios. Oh, ambas lo deseaban con desesperación… ¡pero a Nicki la ponía de malas no sólo el hecho de que Kim se la había metido hasta la garganta, sino que había dejado su puta marca en este! Kim estaba llena de orgullo, pero una parte de ella estaba intimidada por el hecho de que después de demostrarle cuan profunda era su garganta el niño ya estaba listo de nuevo. ¡Era como si no se hubiese corrido en primer lugar! Pero, al final, terminó sonriéndole a esta vista y la mirada que le dirigió a la Minaj por encima del hombro le demostró a la otra famosa cuan superior se sentía.
—Je… no hay forma en la que tu seboso culo pueda vérselas con esa polla, así que, porque no regresas a tu casa, gordita… —Kim se burló y la otra mujer entrecerró sus ojos amenazante.
—Ya veremos, es mi puto turno… —gruñó y empezó a caminar hacia el niño.
—¡Oh, espera un momento! —dijo el chico de repente a la vez que alzaba la mano derecha, casi haciendo que Nicki se tropezara con sus zapatos de plataforma de desnudista, la confusión evidente en su rostro.
Aaron se puso de pie con unos pocos ágiles movimientos antes de continuar con voz alegre:
—¡Quiero que las dos usen sus bocas al mismo tiempo!
—¡¿Qué?! —casi gritaron simultáneamente ambas mujeres.
Una vez superada la sorpresa inicial, las culonas usaron varios momentos largos para estudiarse atentamente entre sí antes que Nicki se negara:
—¡Para nada! ¡Ya es bastante malo compartirte para demostrarle a… “esa”… quien es la que manda; no voy a poner mis labios cerca de esta perra! —y apuntó con su dedo pulgar por encima de su hombro derecho hacia Kim sin apartar su mirada del niño; por la expresión en el rostro de Aaron, era evidente que él no esperaba que rechazaran su oferta.
—¡Jajajaja! ¡Lo que pasa es que sabes que quedarías en ridículo! —Kim rió y le sacó la lengua a la negra antes de continuar—. Está bien, de todos modos: pude con esa polla una vez y podré de nuevo… —la Kardashian se estrujó, provocativa y desafiante, los pechos cubiertos de leche con sus manos cuando la Minaj finalmente se volvió a verla.
La negra bufó exasperada, su rostro torcido en una mueca de furia, antes de devolver su atención al niño.
—De acuerdo… pero cuando terminemos contigo será mejor que estés listo para darme tu puta polla de caballo por donde realmente la quiero —y recorrió sus curvas con sus manos, lujuriosa y seductora, a la vez que ronroneaba como gata en celo y entrecerraba los ojos con expresión soñadora, buscando enloquecer de deseo al semental de once años; los ojos de él no se perdieron ni un solo instante de este espectáculo.
Una gota muy grande de líquido preseminal se formó en la punta del glande del chico y, al verla, Nicki se relamió famélica los labios e hizo que su rostro formara la expresión más diabólicamente lasciva sólo para el niño… si seguía así, podría hacer que él se olvidara de esa estúpida doble mamada y pasaran a la siguiente parte. Sólo esperaba que Kim no lo arruinara.
—Ooooohhhhhhhhh… ¿Piensas que puedes escaparte? ¡Ven aquí, perra estúpida y gordinflona, ven aquí, carajo! ¡Mierda, arrodíllate de una puta vez! —se burló la Kardashian, escandalosa, a la vez que tiraba con brusquedad del codo izquierdo de la otra mujer, obteniendo un gruñido de furia y rencor de parte de la Minaj. A pesar de eso, la negra obedeció.
Tan sólo unos instantes después, la gigantesca y venosa polla estaba entre las golfas puestas a gatas. Y, maldita sea: Nicki tenía que admitir que lucía aún más impresionante cubierta con la reluciente saliva de Kim y esos anillos rojos le daban aún más ganas de demostrar que podía superarla.
Las dos mujeres tenían pensamientos similares y, en lugar de intercambiar más provocaciones, ambas parecían atraídas por el pene al unísono. Con él de pie, su falo estaba a la altura perfecta para sus hambrientas bocas: Kim a su derecha, Nicki a su izquierda. Sus bocas entraron en contacto con el glande al mismo tiempo y lo hicieron jadear. Resistiendo el impulso de tocarlas, el niño cruzó y apretó sus brazos detrás de su espalda con un ahogado “Wow…” Esto provocó que ambas divas sonrieran con arrogancia, sus lenguas explorando la polla, viscosos sonidos de succión mientras la besaban, lamían, chupaban y mordían.
Después de unos pocos segundos hasta se encontraron en la punta sin haberlo planeado, sus labios uniéndose. Se lanzaron miradas asesinas entre sí, pero sus talentosas lenguas nunca disminuyeron la velocidad. Y, cuando Nicki pasó su lengua sobre la punta del glande, Aaron liberó sobre esta un chorrito de líquido preseminal, haciéndola gemir de felicidad y satisfacción. Kim se separó por sólo un segundo para fruncir sus labios furiosa… pero tuvo que admitir que era una imagen muy sexy…
—¡Carajo, de veras te gusta el juguito de este niño blanco! ¡Puta, claro que está bueno…! Mmmmmmm, sé de donde viene todo eso… —se carcajeó antes de agacharse bajo el estupendo salchichón del niño y encontrar sus bolas.
Y mientras Nicki adoraba devotamente la punta del glande, la otra mujer comenzó a masajearle los testículos con ambas manos, primero, y explorarlas meticulosamente con la boca, después. El niño jadeaba ruidosamente y sentía que iba a perder el conocimiento de puro placer.
Kim amaba las bolas, pero deseaba la polla aún más… ¡y estaba furiosa porque Nicki la acaparaba! Seguro: su lápiz labial rojo intenso formaba un aro alrededor de la base del pene, ¡pero el glande de ese monstruo estaba totalmente cubierto de rosado chicle por la interminable mamada de la Minaj! Los sonidos obscenos y húmedos que hacía, sus ojos clavados en el semental mientras trabajaba el miembro…
—¡De acuerdo! ¡Es suficiente! ¿Quieres mamarla? ¡Pues la mamarás EN SERIO! —rugió colérica la Kardashian.
Nicki no pudo hacer nada para detener a Kim; abrió los ojos grandes como platos cuando la Kardashian, tras ponerse de pie con violencia, como impulsada por un resorte, la agarró con ferocidad por la nuca y empujó su cara contra la polla de Aaron.
Los ojos de la Minaj se llenaron de lágrimas casi de inmediato; había rapeado sobre sus talentos orales un número de veces, ¡pero nunca lo había hecho con una polla de este tamaño! Pero, carajo, ¡era tan divertido!… Y, de hecho, ayudaba que Kim fuese una grandísima puta pues eso significa que nunca iba a detenerse o siquiera disminuir la velocidad. Con un tirón brutal, la Kardashian la obligó a meterse el colosal lingote de carne dentro de su garganta y más allá.
—¡Mmmmmmmmm! —murmuró gustosa.
Le sacaron la polla, las largas uñas de Kim arañándole el cráneo, la mujerzuela caribeña jadeando desesperada en busca de aire, y después se la metió de nuevo.
—Mmmmmmm… ¡GURKKKK! —puso los ojos en blanco al sentir el colosal falo dentro de su garganta… ¡y después más hondo!
—¡Eso es, diciendo mierdas de mí todo el tiempo, pero ahora no estás hablando! ¡NO! ¡La perra negra y gordinflona se está asfixiando con esta hermosa polla como una aficionada! ¡Eres una mierda, Minaj! ¡ERES! ¡UNA! ¡¡MIERDA!! ¡¡ZOOORRAAAAAAAAAAA!! —Kim terminó sus declaraciones con un ensordecedor grito de exaltación, el cual Nicki apenas percibió, pero que hizo reír al niño; risa que se interrumpió con un gemido cuando su salchichón se introdujo aún más profundo dentro de la garganta de la diva, su nariz quedando aplastada contra el pubis del efebo.
La garganta de Nicki estaba llena de polla, sus ojos tan llenos de lágrimas que apenas podía ver. ¡Pero ella no necesitaba ver, sólo necesitaba tragarse ese puto pene! Nicki no intentó resistirse; se la metió como una puta campeona. Y Kim se puso aún más insolente:
—¡Trágate esa enorme polla, puta! ¡MUÉSTRANOS LA ASQUEROSA PERRA NEGRA QUE ERES! ¡Jajaja! ¡Oh, carajo, sí: vamos a desencajarte la mandíbula y romperte como la puta perra sumisa que eres! ¡OH, sí! ¡ZOOORRAAAAAAAAAAA! ¡Y todos saben que así es como te gusta! —y con un violento tirón metió casi toda la polla dentro de Nicki y con su mano libre cubrió los glúteos de la Minaj de nalgadas ensordecedoras.
¡PLAF! ¡PLAF! ¡PLAF! ¡PLAF! La mano de Kim siguió trabajando al mismo tiempo que Nicki se tragaba entera la polla del niño, a penas capaz de respirar. La Kardashian no se daba cuenta, pero la Minaj amaba esto; la diva del rap se pellizcaba y retorcía sus pezones y tiraba de ellos con fuerza con sus dedos índice y pulgar. Kim dejó de nalguearla para hundir los dedos de su mano derecha en el coño de la negra y moverlos furiosamente, como una loca. La reina de las cirugías plásticas estaba demasiado excitada; ese colosal miembro la estaba asfixiando y a ella le ENCANTABA. Fue sólo cuando volvió a poner los ojos en blanco que el niño jadeó y detuvo todo.
—¡Ah! ¡Déjala en paz, Kim! —ordenó con voz cortante y severa.
La Kardashian soltó un chillido de sorpresa, pero obedeció. Y Nicki se sacó la polla cubierta de una gruesa capa de saliva con un ruido de succión obscenamente húmedo. La Minaj tosió y jadeó intentando recuperar el aliento y, cuando el niño le ofreció una mano para ayudarla a ponerse de pie, ella la aceptó con graciosa delicadeza.
—Oh… oh, mierda… Carajo, esa polla casi me mató… —jadeó las palabras, tambaleándose un poquito, y Kim puso los ojos en blanco.
El niño se preocupó e iba a preguntar si estaba bien cuando la mujer lo volvió a ver, una malévola sonrisa de oreja a oreja en su rostro cubierto de maquillaje arruinado (su mascara bajaba en gruesos chorros de ambos ojos y su lápiz labial estaba totalmente corrido, más en la polla de Aaron que en sus labios). Dijo con voz desquiciada:
—Así es como una puta negra de verdad debería morir… ¡Carajo, sí: quiero un poco más!
Tanto el chico como Kim estaban impresionados, pero Aaron sonrió con despreocupado buen humor y se puso a aplaudir en aprobación. Kim, tras negarse a hacerlo, finalmente sonrió y le asintió a la Minaj. Había que reconocerle ese mérito: Nicki mamó duro. Carajo, tal vez ella también conseguiría un poco de eso más tarde.
—Estoy segura que te habrías corrido de no ser por esa golfa —Nicki frunció el ceño después de decir estas palabras en tono despectivo y apuntar a Kim con el pulgar, la cual sólo rió y le sacó la lengua.
—¡Sí, yo me quedé con lo bueno! ¡¡¡Si tú quieres algo ahora, tendrás que trabajar más duro o tal vez venir acá y lamérmelo de mis tetas!!! —y se carcajeó.
Los ojos del niño se iluminaron y ambas notaron esto. La sonrisa de Kim se ensanchó y el rostro de Nicki adoptó una expresión pensativa. Pero, al final, él negó con la cabeza.
—Para nada…. Eso suena divertido, pero, en su lugar… ¡creo que deberías ponerte en cuatro patas! ¡Te ganaste la recompensa que me pediste, Nicki! —con voz alegre y enérgica.
La mujer soltó una exclamación de triunfo y se volvió a ver a Kim. Se abrió de piernas y se agarró su coño muy empapado y perfectamente depilado con ambas manos en un gesto de desafío.
—¡¿Escuchaste eso, Kim PUTA?! ¡Van a darme por detrás! ¡Este gordo culo va a comerse una polla grande! ¡¡JAJAJAJAJAAAA!! —Su odiosa risa nasal enfureció a la Kardashian.
Nicki comenzó a hacer rebotar el culo como hacía en sus videos, mirando por encima de su hombro la reacción que esto causaba en el sonriente niño. Kim puso los ojos en blanco cuando la Minaj caminó hacia atrás hasta aplastar la polla de Aaron entre sus glúteos sin dejar de carcajearse en ningún momento. Dedicó un par de minutos a masturbarlo con su opulenta cola, sus caderas moviéndose como si estuviese bailando, contra ese gigantesco pilar de carne.
—¡Mierdaaaaaa! ¡Sí que es grande! ¡Ayyyyyyy, ya no puedo esperar más: dame esa enorme polla blanca, papi!
Su pequeño semental de hecho se sonrojó un poquito, lo que hizo que ambas mujeres se enamoraran de él aún más. Nicki caminó hacia la cama contoneando sus caderas de forma diabólicamente provocativa, se subió a esta y, gateando como leona hambrienta de carne, avanzó hasta la cabecera, de donde se agarró, arqueando la espalda como gata en celo y apuntando su culo hacia el techo. Después de todo esto, se puso a rebotar el trasero en un perreo que hasta Kim tuvo que reconocer que era impresionante.
—¡Oh, wow, esto va a ser asombroso! —dijo el chico con un suspiro de fascinación antes de subirse a la cama de un salto. Su gigantesco miembro se meció y rebotó de un lado a otro antes de arrodillarse detrás de la diosa del sexo.
—¡Eso es, nene: ven por el gordo culo de mamá, quiero todo eso dentro de mí! —y con la mano izquierda se dio dos poderosas nalgadas, después se agarró y tiró del glúteo izquierdo a un lado. El niño se relamió los labios de la anticipación y se agarró de las caderas de la negra.
Kim casi corrió a un lado de la cama para disfrutar del espectáculo desde un buen ángulo, sus tetas rebotando mientras demostraba cuán rápido podía moverse calzando unos vertiginosos zapatos de plataforma de plástico transparente. Llegó justo a tiempo para verlo poner la punta de su gorda polla dentro del ano de su rival.
—Maldicióoooooon… —la falsa latina jadeó maravillada al ver como el esfínter se ensanchaba para acomodar el ancho increíble de Aaron.
—¡Ooooh! ¡Oooh, puuuuta, SÍIIIII…! —Nicki puso los ojos en blanco y se relamió los labios al mismo tiempo que él implacablemente hacía trizas su culo—. Puuuto… niño blanco de polla enorme… oh, carajo, ¡PÁRTEME A LA MITAD! ¡SÍ! —y, aumentando la intensidad de su perreo—; ¡AAAHHHHH! ¡¡Ohmierdaohmierdaohmierdaaaaaaaaa!! —su voz se convirtió en un penetrante chillido nasal y su coño estalló en los chorros de un descomunal orgasmo, el interior de sus muslos quedando totalmente empapado.
Kim gimió, clavando una rodilla en el borde de la cama y empezando a masturbarse con ambas manos por el magnífico espectáculo que presenciaba. Quería denigrar a Nicki, acusarla de ser una puta negra con un ano hambriento de polla blanca… pero MALDICIÓN: ¡ella también quería un poco de eso!
—¡Fóllala, papi! ¡¡Dale POLLA a esa sucia puta negra!! —casi gritó, su voz convertida en un rugido gutural, y relamiéndose los labios.
Nicki gimió y aumentó la intensidad de su perreo al mismo tiempo que Aaron continuaba demoliendo su trasero, su rostro angelical deformado en una expresión de furia demoniaca.
—¡AHH! ¡AHH! ¡AHH, sí, nene! ¡Oh, fóllame, folla mi negro culo! ¡Dámelo! ¡Y muéstrame cuanto amas este gordo culo! —y, en respuesta, él aumentó la violencia de sus embestidas, haciendo que los chillidos de Nicki fuesen aún más fuertes y penetrantes. Y no sólo eso, sino que también se puso a nalguearla con su mano derecha—. ¡OH, PUTA! ¡SÍII! ¡Nalguéalo! ¡Nalguea ese culo DURO! ¡¡PÁRTEME EN DOS CON TU POLLA!!
Y él abandonó el poco autocontrol que todavía le quedaba: bombeó con aun más brutalidad, los sonidos de sus nalgadas casi ensordecedores. Metiéndosela hasta los huevos, su pubis estampándose contra los glúteos de la Minaj produjo una música celestial, sus testículos gordos y muy llenos de semen estrellándose contra el sexo de la negra como una bola de demolición.
—¡SÍII! —gritó Kim, de nuevo con un rugido gutural, antes de volver a su irritante voz de niña fresa—; ¡Dale, papi, dale duro! ¡MUÉSTRALE COMO ES QUE UNA PUTA NEGRA MERECE SER FOLLADA!
La Kardashian jadeaba cada vez más fuerte y finalmente se corrió en sus dedos, que quedaron totalmente cubiertos con sus jugos.
—¡OH, PUTA! ¡OH, PUTA! —gruñó desesperada entre dientes apretados, sus ojos cerrados con fuerza, tratando de detener su orgasmo.
Nicki sonrió y levantó la mano derecha para enseñarle el dedo medio. Kim se lo devolvió, pero, de algún modo, no había ninguna mala fe entre las dos putas culonas. Y cuando el niño empezó a jadear y gemir ambas lo volvieron a ver fascinadas. ¡Él estaba a punto de correrse!
Nicki se puso a perrear como si su vida dependiera de ello.
—Oh, puta, oh, puta, nene, tú… ¡TÚ ME LO HACES MUUUY BIEN! —la Minaj gimió al mismo tiempo que le ordeñaba la polla con su estrecho ano. El gordo pene le sacaba un orgasmo tras otro hasta el punto de que no podía hablar y sólo gemía; sus aretes de aro, sus nalgas, sus tetas y su melena verde fluorescente rebotando como locos. Los cuerpos de ambos estaban empapados de transpiración.
La Kardashian volvió a intervenir, esta vez animando al niño con voz alegre:
—¡Así es: no te detengas, nene; parte en dos a esta puta! ¡¡Fóllale su gordo culo como el puto semental que eres!!
Él se limitó a asentir pues en ese momento no era capaz de hablar. Kim dejó escapar un penetrante chillido de entusiasmo antes de descargar una sonora nalgada sobre los dulces, pequeños y redonditos glúteos del niño.
Luego, la golfa de ascendencia armenia se acostó boca arriba entre las piernas del chico y se dedicó a chuparle las bolas; esto lo hizo aspirar aire con fuerza entre dientes apretados.
—¡AAAAAAAAAAHHH! —bramó triunfalmente, por fin, y su polla palpitó, sacándole un grito similar a Nicki cuando su paja (hirviendo como lava) fue disparada a toda velocidad en sus entrañas, los rostros de ambos deformados por sus orgasmos. Algo de la leche salió a chorros del ano de la Minaj y un poquito cayó en la melena de azabache de Kim.
La Kardashian salió de entre las piernas del efebo y, sentándose en la cama, se puso a felicitarlo:
—Maldición, papi… mmm… así es como se llena de leche un culo negro… Mmm… yo también quiero un poco de eso, ¿podrías darme? —imploró al final con voz de gatita mimosa, toda su cara un mohín muy guarro.
Él la volvió a ver por encima de su hombro, una sonrisa cansada en sus labios, y le asintió antes de declarar:
—Está bien… —suspiró— …pero antes… tendrás que ayudarme con algo…
Y sacó su masivo falo del ano de Nicki (quien seguía en la misma posición que antes, jadeando e incapaz de reaccionar, su mente en blanco), lo que provocó que más chorros de semen salieran disparados de este, y, dándose la vuelta para que Kim pudiera verlo mejor, le apuntó con un dedo para que notara que ahora estaba semiflácido. La Kardashian soltó una carcajada, pues no necesitaba que le dijeran nada para comprender lo que le pedían, y se abalanzó como una fiera famélica para succionárselo cual aspiradora industrial.
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Aaron dedicó horas enteras a darle polla a las dos famosas. Él les folló innúmeras veces sus vaginas, bocas, tetas y anos y derramó galones de espeso e hirviente semen dentro de sus tres hoyos principales, así como sobre sus caras, tetas, espaldas y nalgas (donde su blancura producía un contraste maravilloso contra sus oscuras pieles). Las mujeres estaban impresionadas: ¡este niño de once años les había producido más orgasmos consecutivos que ningún otro hombre con el que hubiesen estado! ¡Y eso sin mencionar su increíble capacidad para producir leche!
Ahora, finalmente descansaban; acostados en la cama, los tres riendo, ambas putas abrazadas a su delgado cuerpo: Nicki a la derecha y Kim a la izquierda. Antes de acostarse, se habían montado un show sólo para Aaron: cada una limpió con su boca toda la paja que cubría el cuerpo de la otra, al tragarla dirigiéndole al niño miradas diabólicamente seductoras y emitiendo sonidos obscenos, viscosos, exagerados y escandalosos para dar a entender que esto era lo más delicioso que alguna vez hubiesen saboreado.
—Y dime: ¿Cuál de nosotras dos tiene el mejor culo del mundo? —dijo Kim, sin dejar de sonreír. Toda la razón por la que había invitado a Aaron a su alcoba fue para que hiciera de juez de esta interrogante y terminar con la rivalidad de ambas celebridades por este título.
Él se puso un dedo en la barbilla e hizo “mmmm…” con expresión pensativa, una sonrisa tenue en sus labios, como si estuviese considerando la respuesta. Las dos mujeres se lo quedaron viendo expectantes.
Estuvo tanto tiempo así que Nicki finalmente habló, dubitativa:
—Entonces… ¿Quién tiene el mejor culo?
Tras unos pocos instantes más en silencio, Aaron respondió sin dejar de sonreír:
—Pues no siento que me hayan dado suficientes argumentos con los cuales tomar una decisión… ¿Qué tal si nos juntamos otro día para que sigan presentándome sus pruebas? —con tono lánguido y arrogancia mal disimulada.
Las perras estallaron en sendas carcajadas maniacas pues comprendieron de inmediato que era lo que Aaron planeaba… y no les molestaba en lo más mínimo…
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Durante los siguientes meses, las famosas se reunieron con Aaron dos o tres veces a la semana pues el chico seguía sin ser capaz de decidir quien tenía el mejor culo.
Al final, nunca les dio una respuesta, pero eso no las molestó pues terminó dándoles algo mucho mejor: ambas quedaron embarazadas.
FIN
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