Sex and the Beach | By : Lily-de-Wakabayashi Category: Spanish > Anime Views: 1654 -:- Recommendations : 0 -:- Currently Reading : 0 |
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Sex and the Beach.
Lily estaba harta. Cierto era que había entrado a trabajar para ganar dinero, pero eso de ser la típica camarera sexy la estaba hartando. Juan, el estúpido jefe, les había ordenado a todas las camareras que usaran el minúsculo traje negro que les dio como uniforme, cuya falda muy ajustada le llegaba a medio muslo y cuya blusa tenía un escote que dejaba ver el tatuaje en forma del símbolo del signo zodiacal de Leo que la mexicana tenía en un seno derecho, el cual muy pocas personas habían tenido la dicha de admirar.
La única ventaja que Lily sacaba era que podía ver a muchísimos famosos desnudos. Ya varias personalidades habían desfilado por el lujoso hotel y Lily había podido verles el miembro. El último famoso al que Lily vio con traje de Adán fue a Leonardo García, aquel famoso actor mexicano hijo del más famoso aun actor Andrés García. Leonardo estaba cambiándose de ropa cuando Lily entró por accidente, pero lejos de verse apenado, el mexicano le exhibió su potencial. Lily lo miró de arriba abajo varias veces, hasta que el ánimo se le subió a Leonardo y entonces ella salió corriendo, no por miedo sino por precaución: si la cachaban acostándose con los clientes, Lily podría perder el empleo.
Genzo Wakabayashi llegó junto con toda la Selección Japonesa al lujoso hotel ubicado en una de las mejores playas de México. Todos sus compañeros estaban embobados, ya que todo el personal femenino del hotel estaba vestido con ropa diminuta y ajustada.
Se apareció de pronto una de las hostess, una chica morena de cabello negro y de baja estatura, aunque muy linda. Llevaba puesto un lindo vestido verde claro estampado y de tirantes y una flor exótica en el cabello.
Misaki frunció el entrecejo. Genzo, divertido, se dejó conducir hasta el lobby en donde alguien le dio una bebida preparada. De pronto, sus ojos se toparon con un tremendo escote que dejaba ver un par de senos bronceados y muy bien formados luchando por salir de la ajustada blusa negra de camarera que usaba una chica. Ésta tomó las toallas que se le habían caído al suelo y puso una pierna sobre la barda. Genzo admiró esa pierna de talle largo y buen bronceado, y cuyo muslo aterciopelado le despertaron el deseo de acariciarlo. La chica además tenía un rostro hermoso y el cabello más sedoso y brillante que Genzo hubiese visto en una mujer.
Lily alzó brevemente la mirada y se topó con los ojos negros de Genzo. Ambos se sonrieron fugazmente y Lily se marchó con las toallas.
Lily, mientras tanto, rogó que le hubiese tocado la habitación del hombre que acababa de ver. Cierto es que solo lo miró por unos instantes, pero Lily inmediatamente se dio cuenta de que Genzo era un hombre atractivo al que muy seguramente valdría la pena ver desnudo...
Sin embargo, Lily no tuvo mucho tiempo para pensar en eso, ya que se le fue encima todo el trabajo debido a que dos de sus compañeras se reportaron enfermas, así que a las camareras restantes les tocó hacer el triple del trabajo. Muchas horas más tarde, Juan llamó al sitio en donde se dejan los carritos de la limpieza y en donde se cargan las cosas como jabón, papel, shampoo, etc.
La chica tomó un par de toallas limpias y se dirigió a la habitación ya mencionada. Ella entró con la llave maestra y se pasó directamente hasta el baño, ya que Juan había dicho que el huésped deseaba la toalla cuanto antes.
Genzo estaba bañándose en ese momento y no le puso seguro a la puerta, así que Lily lo vio completamente desnudo. La chica se quedó con la boca abierta puesto que el portero no estaba nada mal, tenía un cuerpo fuerte y musculoso y el miembro más grande que Lily había visto en su vida.
Pero ella se detuvo. Genzo estaba ahí, completamente desnudo y con agua cayéndole sobre el cuerpo, sería una idiota sino aprovechaba...
Lily obedeció y se enjabonó las manos y comenzó a masajear la espalda desnuda del portero. Sus manos fueron bajando poco a poco hasta llegar al trasero firme de él. Lily apretó las nalgas y él soltó una carcajada.
Genzo, sin embargo, se dio la vuelta y Lily tuvo frente a sí el miembro de él, el cual ya estaba erecto. Ella tuvo un impulso y comenzó a lamérselo con la lengua. Genzo la tomó por la cabeza e hizo que ella se lo metiera en la boca. Lily comenzó entonces a hacerle sexo oral de una manera en como nunca se lo había hecho a nadie. Genzo la tomaba por la nuca y por la cabeza y empujaba su miembro hasta la garganta de ella.
Lily siguió lamiendo y chupando hasta que Genzo no se pudo controlar y eyaculó en la boca de ella. Lily se lo tragó todo como una experta.
Y sin esperar respuesta, Lily salió corriendo del cuarto. Genzo volvió a clavar la vista en las caderas de ella, pensando en lo que sería tenerlas en la cama. Él terminó de bañarse y se puso una de las toallas alrededor del cuerpo. Se vistió y al poco rato llamó a Misaki.
No por nada, pero a Genzo no le gustaría que la chica que se lo había hecho a él también se lo hiciera a Misaki. Sin embargo, Taro tendría su propia escena subida de tono... Cuando él bajó al restaurante, vio que Maderique estaba sentada sola en el lobby. Taro siguió un impulso y se dirigió hacia ella.
Después de un rato de charla, se hizo muy evidente la atracción entre ambos jóvenes. Misaki tuvo una idea...
Los dos jóvenes salieron y caminaron a orillas del mar. El agua les besaba los pies.
Ambos se miraron. Taro no se pudo controlar más y besó a Maderique, abrazándola con fuerza.
Los jóvenes continuaron besándose y se dejaron caer en la arena. Los besos fueron aumentando de intensidad y las caricias no se hicieron esperar... En algún punto, Maderique empujó levemente a Taro y comenzó a quitarse la ropa.
Ambos cuerpos desnudos cayeron otra vez sobre la arena y comenzaron a amarse, fundiéndose en uno solo...
Genzo se sorprendió cuando Taro apareció al cabo de una hora y media, con cara de satisfacción.
Genzo al fin comprendió. Hasta ese momento, nadie había entendido el por qué Taro Misaki viajaba todos los veranos a Cancún y siempre al mismo hotel... Y al ver pasar a Maderique, Genzo supo que su suposición no era del todo errónea...
A la mañana siguiente, en la playa, Genzo vio pasar a la camarera que le hizo el sexo oral la noche anterior. Ella lo vio y corrió a esconderse, quizás por el miedo a que Genzo la acusara, quizás. Pero Genzo no lo hubiera hecho nunca, aún tenía deseos de terminar lo que ella había empezado la noche anterior...
Lily decidió que antes que nada, se haría cargo de la habitación 3222. Le había pedido a varias de sus compañeras que le cambiara la habitación pero ninguna quiso, alegando que se trataba de una suite y ésas eran las peores de limpiar, por lo grandes que eran. Ni modo, Lily tendría que seguir ocupándose de la habitación, aunque no fue tan malo ya que encontró cincuenta dólares de propina...
Lily, a regañadientes, dejó la habitación a medio arreglar y fue con Deb a que Juan las regañara. El sujeto les dijo que debían ser más rápidas y exactas ya que la temporada alta estaba en su máximo apogeo y para el fin de semana todas las habitaciones estarían llenas.
Lily recordó los cincuenta dólares que Genzo le dejó y no dijo nada más. “Si descubren por qué me dejaron tanta propina, me echan de aquí con una patada en el trasero”, pensó ella. Lily había visto muchas cosas en el hotel, se había encontrado a parejas teniendo sexo en la cama, en la mesa, en el baño, a hombres y mujeres masturbándose al tiempo que veían películas porno y a hombres desnudos, pero ella siempre se había mantenido al margen… Hasta que vio a Genzo Wakabayashi desnudo…
Ella no se había dado cuenta de que el regaño de Juan había tardado mucho y que el huésped estaba por volver… Genzo se dio cuenta de que el carrito de las camareras estaba afuera de su habitación y, con una sonrisa maligna, cerró la puerta de su cuarto con llave y puso la cadena. Él se acercó al baño y lo primero que vio fue el trasero de la mexicana, ya que ella estaba agachada. Lily no se dio cuenta de que Genzo había llegado hasta que él acarició una de sus piernas.
Genzo besó primero los labios de Lily, mordiéndoselos muy suavemente al principio y después con más energía, mientras que sus manos acariciaban los erectos pezones de ella. Lily aún se resistía, si alguien los descubría le iba a ir muy mal pero… Los labios de Genzo bajaron a su cuello y ella ya no se pudo seguir resistiendo… Lily abrazó con sus piernas la cadera de Genzo y éste la cargó hasta la habitación y la tumbó sobre la cama. Lily se quitó la blusa mientras que Genzo se quitaba el traje de baño (venía de la playa) y la camiseta. Los dos jóvenes comenzaron a besarse con pasión descontrolada, los labios de él bajaron hasta los senos de ella y sus manos le acariciaban los muslos y le subían la falda hasta la cintura… Cuando Genzo se sintió listo, le quitó a Lily las pantaletas negras que ella traía y estimuló un poco su clítoris para dejarla lista y dispuesta. En ese preciso momento, Lily se dio cuenta del error que estaba cometiendo al ver el enorme miembro de él e intentó levantarse e irse, pero Genzo no iba a dejar ir a su presa. Él la tomó por las muñecas y la hizo acostarse nuevamente sobre la cama, al tiempo que comenzaba a penetrarla. Lily gimió por el dolor, porque el miembro de él era un poco más grande de lo permitido… Sin embargo, al poco tiempo a ella se le comenzó a pasar la molestia para dar paso a un increíble placer… Genzo sí que sabía cómo hacer el amor, lamía y acariciaba las zonas erógenas de Lily y sus penetraciones eran profundas pero suaves. Genzo entonces la soltó de las muñecas, la puso boca abajo y empezó a penetrarla “de perrito”, al tiempo que le daba unos cuantos golpes en las nalgas.
Lily no pudo responder, concentrada como estaba en el sexo que estaba experimentando. Genzo se agachó sobre ella y le pellizcó los pezones, al tiempo que la seguía penetrando con más fuerza cada vez. Él entonces se hizo para atrás e hizo que ella se sentara sobre él. Lily ya traía la falda a altura del abdomen, pero eso no le importaba, únicamente quería que ese hombre la partiera en dos con su sexo desbocado…
Lily lanzó un grito enorme cuando llegó al orgasmo y se derrumbó sobre la cama, al tiempo que Genzo sacaba su enorme miembro para eyacular fuera. Él se acostó sobre ella, jadeando.
Lily, muy ruborizada, dejó que él le quitara la arrugada falda y que comenzara a estimularle el clítoris con los dedos, para después hacerlo con la lengua… Obvio que la chica comenzó a sentirse excitada otra vez, así que respondió cuando Genzo se puso en la posición del “sesenta y nueve” para que ella le hiciera también sexo oral.
Taro se sorprendió mucho cuando se dio cuenta de que Genzo jamás bajó a cenar. Misaki quiso buscar a su amigo en su habitación, pero nadie respondía y el carrito de servicio de las camareras seguía en la puerta… Y lo seguiría estando todas las noches, porque a partir de ese día, Lily iba de noche a hacer la limpieza de la habitación 3222… Ella y Genzo tenían sexo entonces en el lugar que se les pusiera enfrente: en la regadera, con el agua caliente escurriendo por el cuerpo de ambos mientras cada uno frotaba y enjabonada el cuerpo del otro, sobre la alfombra como dos desesperados recién casados, sobre la mesa, que era como más le gustaba a Lily, ya que ella se sostenía con fuerza a los bordes mientras Genzo la penetraba a su antojo y le acariciaba el clítoris…
El día en que los jugadores de Japón debían volver a Japón, Maderique les preguntó a los jóvenes sobre si su estancia había sido placentera o no.
Los muchachos comenzaron a abordar el autobús que los llevaría al aeropuerto. Lily suspiró con mucha tristeza… La chica se dio la vuelta y prefirió alejarse, ya que no deseaba ver partir a Genzo… Pero entonces, alguien la tomó por la cintura y la arrastró hacia un lugar apartado.
Lily, por respuesta, lo besó.
Y los jugadores de la Selección Japonesa jamás entenderían el por qué, de buenas a primeras, a Genzo Wakabayashi y a Taro Misaki se les hizo la costumbre de viajar a Cancún dos veces por año a pasar sus vacaciones en el hotel Royal Beach Cancún… Pero dos chicas en México sí lo entendían…
Y muy bien…
Fin.
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